sábado, 1 de noviembre de 2008

Matiz a lo de Todorov

Me adelanto y les digo que lo del Príncipe de Asturias a Todorov tiene truco (o trampa, o trato, vaya). No le han dado el Premio de las Letras (que ha recaído en la para mí ignota Margaret Atwood), sino el de Ciencias Sociales. Ello supone que lo que se valora es más su labor de, digamos, «análisis cultural», que su faceta de semiólogo, crítico o teórico de la literatura. Sin haber leído sus últimas obras ―situadas todas ellas en esa difusa línea―, lo que todo esto me parece no es sino la constatación del giro que está experimentando el área de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada hacia los Estudios Culturales. Algo evidente a todas luces en los campus estadounidenses y también, claro, en sus secuaces europeos.

Se trata de un movimiento curioso: en Estados Unidos diseñan sus estudios pensando en lo que harían en Francia, mientras tanto, en el país galo hacen lo propio intentando averiguar qué triunfaría más en tierras americanas. Y a todos parece contentarles el invento. Lo único que se resiente es aquello que con justicia podríamos denominar la cultura o el saber y que, más modestamente, de lo que se trata es de escribir buenos libros. De dar en el clavo, vaya. ¿Cuál fue la última aportación relevante francesa o americana al campo de la Teoría de la Literatura? Yo tampoco la recuerdo.

Por si fuera poco, la vieja guardia está casi fuera de juego. Harold Bloom publica de una manera compulsiva libros cuya obsolescencia es inmediata y me cuentan que George Steiner desbarra de manera sonrojante en «Los libros que nunca he escrito».

Últimamente lo único que me interesa es Chesterton. En Acantilado parecen decididos a editarlo como Dios manda en castellano. Brindo por ello. A ver para cuando se deciden por «Ortodoxia».

En dicha editorial, por cierto, han sacado un estudio de Auerbach sobre Dante.

Suena el «Abbatoir blues» de Nick Cave & The Bad Seeds. Muy apropiado para esta tarde de noviembre. La mirada de Marx desde la portada de los «Manuscritos de economía y filosofía» parece darme la razón.

No hay comentarios: