domingo, 22 de febrero de 2009

Contra Félix de Azúa

Que Félix de Azúa es grande es algo que creo que sabe todo hombre de bien en este país. Si hay alguien que no lo sepa, y se considera hombre de bien y, por casualidad (no puede ser por otra cosa), llega a este blog, le puedo ahorrar unas líneas diciéndole que tiene cosas mejores y más urgente que leer que lo que sigue.

Félix de Azúa tiene además una forma sutil de ejercer su talento. Sabe practicar la ironía con una elegancia por la que de desplaza en absoluto silencio. Es una elegancia asesina -en términos literarios, claro- que lo convierten en lo más parecido a un ninja que hay en las letras españolas de hoy.
El último ejemplo ha sido la entrada de su blog -imprescindible http://www.elboomeran.com/blog/1/blog-de-felix-de-azua/- en el que empieza haciendo una reflexión sobre la obra de Bacon en clave de viaje turístico familiar a la costa mediterránea con casuística diarreica de por medio y termina descubriendo un artículo inédito de Carmen B. Palomares sobre la sexualidad de Velázquez.

Todo ello sazonado con alguna que otra reflexión sobre cierto tipo de crítica que ha vuelto a encontrar en el concepto de "obra en el tiempo" (o zeitgeist, si es que aspira usted a publicar un artículo al respecto) el Santo Grial de la reflexión estética. Ahí está sino el último número de la versión española -que no edición española- del Cahiers du cinema.

Lo dicho, Felix de Azúa, Bacon, Velázquez, Carmen B. Palomares... pasen y vean.